El control del hogar logrará que el hogar nos controle
A lo largo de los últimos años, el ser humano ha ejercido de espectador de lujo en el desarrollo de la confortabilidad de la rutina en la vida cotidiana, algo que logrará reducir –y en algunos casos, ya está reduciendo- el tiempo libre “desperdiciado” en ejecutar ciertas tareas.
En estos días tan cálidos (por emplear un calificativo amable), se convierte en un hábito casi obligado la sobreprotección de nuestros bienes materiales expuestos a la intemperie. ¿A quién le gusta volver a casa después de cumplir la jornada laboral, y encontrarsela a trescientos grados, por culpa de no haber bajado las persianas, o echado las cortinas? Y todo porque saliste de casa con el tiempo justo para llegar puntual a la oficina. Del mismo modo, no es menester recordar la sensación de sentarse en el coche y sentirse como en el mismísimo trono del diablo.
No obstante, este tipo de inconvenientes que tan malos tragos pueden llegar a hacernos pasar, presentan un índice de abolición elevado gracias a la aparición de la domótica. Y es que las nuevas tecnologías no solo hacen de nuestro ocio una experiencia cada vez más placentera y entretenida; también pueden convertirse en la mayor herramienta de optimización de tiempo y esfuerzo para cualquiera que se lo proponga.
No es ya una novedad la existencia de hogares en los que, con tan sólo presionar un botón, se ejecuten de forma simultánea actividades como el cierre de ventanas y puertas, la bajada de persianas, y la activación de todas las alarmas que el usuario tenga por conveniencia instalar. Y algunas de estas actividades, como no podía ser de otra manera en la sociedad en que vivimos, llevadas a nuestro Smartphone.
Si bien es cierto que no hay gran disponibilidad de dispositivos que aúnen todos los sistemas de control y permitan manejarlos de forma simultánea, parece que el problema se resolverá a muy corto plazo, por lo que ya se ha comenzado a pensar en cuál será el siguiente paso que el desarrollo de la tecnología permitirá alcanzar. Y las previsiones dicen que estamos muy cercanos a igualar –o incluso superar- a la ciencia ficción.
Pero eso no es todo. Está bien pensar en cuál será el siguiente paso, pero ¿y los dos, tres siguientes? Parece que las personalidades más visionarias ya tienen claro cómo serán las casas de la siguiente generación, o quién sabe si de la nuestra. Dicho concepto eliminará de nuestras vidas cualquier tipo de preocupación que concierna al cuidado del hogar, gracias a los asistentes digitales robóticos.
Y es que no habría nada mejor que dejar en manos de un ente robótico, perfectamente programado, todas las responsabilidades relativas a una vivienda, así como al habitante de la misma: cocinar, limpiar, lavar, habilitar/deshabilitar dispositivos, y un largo etcétera de posibilidades, hasta alcanzar el gran hito de la tecnología en general y de la robótica en particular, la comprensión de las emociones humanas y actuación en consecuencia de las mismas.
¿Será esto lo que nos espera en el futuro próximo? Y aún más importante ¿conseguirá la domótica la aceptación del vox populi, o se encontrará múltiples trabas por el camino? El tiempo nos dará la respuesta, y hasta que ésta llegue, lo único que podemos hacer es seguir bajando persianas y cerrando puertas.
By: Carlos Salamanca