La empresa moderna, en su concepción y primeros pasos en la revolución industrial del siglo XVIII, se centró exclusivamente en el beneficio económico. No obstante, los gerentes de la época pronto detectaron que no era posible hacer una empresa sostenible en el tiempo únicamente con estos criterios de gestión, sino que era necesario evaluar otros parámetros además del beneficio económico. Aquí comienza un camino, una evolución de la visión empresarial que nos lleva a los sistemas de gestión actuales.

El primer cambio importante que aparece en la empresa es la concepción de la calidad como valor diferencial para los productos o servicios suministrados por la empresa, una oportunidad de incrementar la percepción que el cliente tiene de éstos. El germen de los sistemas de gestión de la calidad aparece en la Segunda Guerra Mundial, en la que el auge de la industria bélica a nivel global hizo necesario unificar ciertos criterios para garantizar la compatibilidad y la mejora continua de las armas fabricadas por todo el mundo.

Durante la década de 1970, aparece la concepción del valor de los recursos humanos en la empresa, del trabajador como pieza fundamental de la cadena de valor de las organizaciones, lo que se traduce en la promulgación de diferentes normativas a nivel nacional sobre seguridad y salud en el trabajo.

Más adelante, como consecuencia de la concienciación mundial acerca de la preservación del medio ambiente que se simboliza en la cumbre de Río de Janeiro de las Naciones Unidas sobre el ambiente en 1992, surgen también los sistemas de gestión ambientales, que toman como base los sistemas de gestión de la calidad y los amplían añadiendo criterios que ayuden a las empresas a reducir los impactos ambientales potenciales y reales de todas sus actividades y productos o servicios.

Con estos antecedentes, sumados a factores como la expansión de internet o la globalización, que hacen que cobre una mayor importancia la manera en la que la empresa se comunica con sus grupos de interés, surgen los sistemas de gestión de la responsabilidad social. Se extiende la consciencia de que la empresa debe ser un ente social, que atienda las necesidades tradicionales y las nuevas que surjan de sus grupos de interés, y que busque un beneficio empresarial sostenible en el tiempo que repercuta en el beneficio colectivo.

 

By: Diego Cuervo Fernandez